Ni la alta tecnología, ni la inteligencia artificial, ni el petróleo, ni las tierras raras, ni los diamantes y metales preciosos que desde hace milenios han deslumbrado los ojos humanos: la gran riqueza contemporánea es la basura. Cualquier otro bien sostiene su valor en la escasez: el reino de la basura es el de la desmedida abundancia, la proliferación tumoral, los sáharas y los himalayas de basura, los ríos que la arrastran, los lagos en los que se acumula estancada, las corrientes oceánicas que la hacen girar en lentas espirales como galaxias de basura, y que la arrojan a las playas de las islas más recónditas, a las lagunas interiores de esos atolones con palmeras y arrecifes de coral en los que varios siglos de mitologías coloniales situaron el paraíso terrenal.
El oro en la basura
Scritto il 18/01/2025
da Antonio Muñoz Molina
Cada año se producen 2.000 millones de toneladas de residuos, con una desproporción escandalosa entre los países privilegiados y los otros